En el panorama de la economía global del siglo XXI, pocos experimentos de política económica han generado tanto debate, esperanza y escepticismo como el “Abenomics”. Este término, un acrónimo del apellido del ex Primer Ministro japonés Shinzō Abe y la palabra “economics”, se refiere al conjunto de políticas económicas agresivas implementadas a partir de 2012 para rescatar a Japón de décadas de estancamiento económico y deflación.
Comprender el Abenomics es esencial no solo para analizar la economía japonesa, sino también para extraer lecciones sobre cómo los países pueden enfrentar desafíos económicos complejos y prolongados.
Contenidos de este artículo
¿Qué es el Abenomics?
Abenomics fue la estrategia económica lanzada por Shinzō Abe tras su llegada al poder en diciembre de 2012. Japón se encontraba inmerso en lo que se conoció como sus “décadas perdidas”, un período que comenzó en los años 90 tras el estallido de una gigantesca burbuja de activos y que se caracterizó por un crecimiento anémico, deflación persistente (caída generalizada de precios), un yen fuerte que dañaba las exportaciones y una creciente deuda pública.
La premisa central del Abenomics era romper este círculo vicioso mediante una intervención audaz y coordinada. Abe lo presentó como una estrategia de “tres flechas”, basándose en la leyenda japonesa de que tres flechas juntas son irrompibles, a diferencia de una sola. La idea era que el impacto combinado de estas tres políticas sería mucho más potente que su aplicación individual.
Características de Abenomics
Sus principales características son:
- Flexibilización Monetaria Agresiva (Primera Flecha):
Esta fue la flecha más inmediata y contundente. El Banco de Japón (BoJ), bajo el nuevo gobernador Haruhiko Kuroda, se comprometió a hacer “lo que sea necesario” para alcanzar un objetivo de inflación del 2%. Las medidas incluyeron:- Expansión Cuantitativa a Gran Escala: Inyección masiva de dinero en la economía mediante la compra de bonos gubernamentales y otros activos financieros.
- Tipos de Interés Negativos: Implementados posteriormente, penalizaban a los bancos por mantener dinero en exceso, incentivándolos a prestarlo para impulsar la inversión y el consumo.
- Control de la Curva de Rendimientos: Una política única para mantener el rendimiento de los bonos japoneses a 10 años alrededor del 0%, con el fin de mantener el crédito barato.
Objetivo: Devaluar el yen para hacer las exportaciones más competitivas, elevar la inflación expectativas y fomentar el gasto (ya que guardar dinero rendiría menos).
- Política Fiscal Expansiva (Segunda Flecha):
Mientras la primera flecha buscaba estimular la demanda a través de la política monetaria, la segunda se centró en el gasto público. Esto implicó:- Grandes paquetes de estímulo para financiar obras públicas, infraestructuras y reconstrucción (especialmente tras el terremoto y tsunami de 2011).
- Incentivos fiscales para las empresas que aumentaran la inversión y los salarios.
Objetivo: Crear empleo, impulsar la demanda interna a corto plazo y sentar las bases para un crecimiento futuro mediante mejoras en la infraestructura. El gran desafío era equilibrar este estímulo con la necesidad de controlar la deuda pública japonesa, la más alta del mundo desarrollado.
- Reformas Estructurales para Promover el Crecimiento (Tercera Flecha):
Considerada la flecha más crucial para el éxito a largo plazo, pero también la más difícil de implementar. Buscaba transformar la estructura misma de la economía japonesa para hacerla más productiva, competitiva y abierta. Sus pilares incluían:- Mejora de la Gobernanza Corporativa: Incentivar a las empresas a ser más rentables y centrarse en la rentabilidad para los accionistas.
- Liberalización del Mercado Laboral: Facilitar la contratación y despido, y promover la participación de mujeres y ancianos en la fuerza laboral para combatir la escasez de mano de obra por el envejecimiento demográfico.
- Acuerdos de Libre Comercio: Como el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP).
- Fomento de la innovación y la creación de empresas.
Objetivo: Aumentar la productividad, la competitividad global y el potencial de crecimiento a largo plazo de la economía japonesa.
Ejemplos y Resultados Concretos
El impacto del Abenomics ha sido mixto, mostrando éxitos iniciales notables, pero también revelando limitaciones persistentes.
- Éxitos Inmediatos:
- Mercado Bursátil: El Nikkei 225 se triplicó con creces desde finales de 2012 hasta su punto máximo en 2021, reflejando un renovado optimismo de los inversores.
- Debilitamiento del Yen: El yen se debilitó significativamente frente al dólar, lo que proporcionó un gran impulso a los beneficios de las grandes empresas exportadoras como Toyota y Sony.
- Crecimiento y Empleo: La economía experimentó varios trimestres de crecimiento sólido, y la tasa de desempleo cayó a niveles históricamente bajos (por debajo del 3%).
- Participación Femenina: La “mujeronomía” (womenomics) fue un componente clave de la tercera flecha. La participación laboral femenina aumentó notablemente, superando la de Estados Unidos y la UE.
- Desafíos y Críticas Persistentes:
- Inflación Esquiva: El objetivo del 2% de inflación se logró de manera sostenida solo brevemente, y a menudo impulsado por shocks externos como la subida del precio de la energía. La deflación mental de décadas resultó extremadamente difícil de erradicar.
- Crecimiento Salarial Débil: A pesar de la escasez de mano de obra, los salarios reales se mantuvieron estancados durante gran parte del período, lo que limitó el poder adquisitivo de los hogares y el consumo interno.
- Deuda Pública: La deuda pública continuó aumentando, situándose por encima del 260% del PIB, lo que genera preocupaciones a largo plazo sobre la sostenibilidad fiscal.
- Reformas Estructurales Incompletas: Muchos analistas consideran que la tercera flecha fue la que menos se implementó en su totalidad, debido a resistencias políticas y culturales. Reformas profundas del mercado laboral y agrícola avanzaron lentamente.
Conclusión:
El Abenomics no logró todos sus objetivos ambiciosos, pero sin duda reavivó la economía japonesa y la colocó de nuevo en el centro del debate económico global. Su legado es dual: demostró el poder de una política monetaria ultraexpansiva para generar confianza en los mercados y debilitar una moneda, pero también subrayó los límites de estas políticas para generar una inflación saludable y un crecimiento inclusivo sin reformas estructurales profundas.
La lección más importante del Abenomics es que las políticas monetarias y fiscales pueden proporcionar un alivio a corto plazo y crear un entorno favorable, pero el crecimiento económico sostenible a largo plazo requiere cambios estructurales difíciles y a menudo impopulares que aborden problemas fundamentales como la demografía, la productividad y la competitividad. Japón sigue navegando por este complejo camino, y la historia final del Abenomics aún se está escribiendo.