Cooperativismo

En un mundo económico dominado a menudo por la maximización del beneficio para unos pocos accionistas, el cooperativismo surge como un faro de esperanza y un modelo tangible de que otra forma de organización es posible.

Se trata de un sistema socioeconómico basado en la asociación voluntaria de personas que se unen para satisfacer sus necesidades y aspiraciones comunes a través de una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática. Más que una simple estructura empresarial, el cooperativismo es una filosofía que prioriza a las personas sobre el capital, fomentando la equidad, la solidaridad y la responsabilidad social.

¿Qué es el Cooperativismo?

El cooperativismo es una doctrina y un movimiento social que promueve la creación y el desarrollo de cooperativas. Una cooperativa es una empresa autónoma, constituida por personas que se asocian de forma voluntaria para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales.

Cooperativismo

La clave fundamental que la distingue de una empresa convencional es que su finalidad no es generar dividendos para inversores externos, sino proporcionar servicios y beneficios a sus propios socios, quienes son simultáneamente los dueños, los gestores y los clientes o proveedores de la organización.

La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo que agrupa al movimiento cooperativo a nivel global, define una cooperativa como “una asociación autónoma de personas que se han unido de forma voluntaria para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada”.

Los principios cooperativos, revisados por la ACI en 1995, son la brújula que guía el funcionamiento de estas organizaciones:

  1. Adhesión voluntaria y abierta: Están abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser socio, sin discriminación.
  2. Control democrático por parte de los socios: Cada socio tiene un voto, independientemente del capital que haya aportado. Es la regla de “una persona, un voto”, que garantiza la igualdad.
  3. Participación económica de los socios: Los socios contribuyen equitativamente al capital de su cooperativa y lo controlan democráticamente. Los excedentes (beneficios) suelen destinarse al desarrollo de la cooperativa, a la reserva indivisible y a retornar a los socios en proporción a sus transacciones con la cooperativa.
  4. Autonomía e independencia: Son organizaciones autónomas de autoayuda, controladas por sus socios.
  5. Educación, formación e información: Invierten en la educación de sus socios, representantes electos, gerentes y empleados para que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de su cooperativa. Informan al público en general sobre la naturaleza y los beneficios del cooperativismo.
  6. Cooperación entre cooperativas: Fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
  7. Interés por la comunidad: Trabajan para el desarrollo sostenible de sus comunidades mediante políticas aprobadas por sus socios.

Características Fundamentales de una Cooperativa

Partiendo de sus principios, se pueden identificar varias características que definen a una cooperativa:

  • Primacía de la Persona: El elemento central es el ser humano, no el capital. La membresía se basa en la participación personal, no en la cantidad de dinero invertido.
  • Democracia Interna: La toma de decisiones es democrática. Las asambleas generales, donde cada socio tiene un voto, son el órgano supremo de gobierno.
  • Propiedad Colectiva: Los medios de producción y los recursos son propiedad de todos los socios. No existe un “dueño” único o mayoritario.
  • Fines Múltiples: Buscan no solo el beneficio económico, sino también el bienestar social y cultural de sus miembros y la comunidad.
  • Distribución Equitativa de Excedentes: Los beneficios o excedentes no se reparten en función del capital aportado, sino del uso que cada socio haya hecho de los servicios de la cooperativa (por ejemplo, según las compras realizadas o los productos entregados).
  • Solidaridad y Responsabilidad: Se fomenta la ayuda mutua y la ética en el trabajo. Los socios se responsabilizan colectivamente del éxito o fracaso de la empresa.
  • Autonomía de Gestión: Son independientes de poderes políticos o económicos externos, aunque pueden colaborar con ellos.

Ejemplos Prácticos de Cooperativismo en Acción

El modelo cooperativo es increíblemente versátil y se aplica en casi todos los sectores de la economía. Estos son algunos ejemplos destacados:

  1. Cooperativas de Consumo:
    Son quizás las más conocidas. Un grupo de consumidores se asocia para comprar bienes de consumo (alimentación, electrodomésticos, etc.) directamente a productores o mayoristas, eliminando intermediarios y abaratando costes. Un ejemplo histórico y potente es el Grupo Eroskien España, parte de la Corporación Mondragón, que nació precisamente como una cooperativa de consumo.
  2. Cooperativas de Trabajo Asociado:
    Personas que deciden unirse para crear su propio puesto de trabajo. Los trabajadores son los propietarios de la empresa, toman las decisiones democráticamente y se reparten los beneficios. Son una excelente alternativa en tiempos de crisis o de deslocalización. Ejemplos incluyen empresas de diseño, consultorías, fábricas recuperadas por sus trabajadores o cooperativas de transporte.
  3. Cooperativas Agrarias o Agroalimentarias:
    Muy comunes en el sector primario. Los agricultores, ganaderos o apicultores se asocian para comercializar conjuntamente sus productos, comprar insumos (semillas, fertilizantes) a mejor precio, o industrializar su producción (creando, por ejemplo, una cooperativa láctea que produce queso y yogur). COVAP(Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches) en España es un caso de éxito, conocida por sus productos lácteos y cárnicos.
  4. Cooperativas de Ahorro y Crédito (o Cajas Rurales):
    Son instituciones financieras propiedad de sus clientes (socios). Su objetivo no es maximizar beneficios, sino ofrecer servicios financieros (cuentas, préstamos) con condiciones más favorables a sus miembros. Promueven el ahorro local y financian proyectos de la comunidad. El movimiento de cajas rurales en muchas regiones es un claro exponente.
  5. Cooperativas de Vivienda:
    Grupos de personas que se unen para construir o adquirir viviendas, eliminando el lucro del promotor inmobiliario. Pueden ser de propiedad (cada socio es dueño de su vivienda) o de cesión de uso (la cooperativa es la propietaria y el socio tiene derecho de uso).
  6. Cooperativas de Servicios Públicos:
    Proveen servicios esenciales como electricidad, agua, internet o telecomunicaciones en zonas donde las grandes empresas no llegan o donde la comunidad busca un modelo más sostenible y controlado localmente. Las cooperativas eléctricas son comunes en zonas rurales de países como Estados Unidos o Alemania.

Conclusión

El cooperativismo demuestra que la economía puede organizarse en torno a valores humanos fundamentales. Es un modelo resiliente que ha superado crisis económicas y que ofrece una alternativa real a la concentración de la riqueza y la exclusión social. No es una utopía, sino una realidad económica vibrante que genera empleo estable, arraigo territorial y desarrollo comunitario.

En un momento de creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la justicia social, el cooperativismo se erige no solo como una opción viable, sino como una necesidad para construir un futuro más equitativo y democrático para todos.

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