Los acuerdos de Basilea son un grupo de convenios con regulaciones y supervisiones bancarias que tienen como objetivo ejercer cierto control en el sector bancario para asegurar mediante esto que se cumpla con un buen funcionamiento.
Los acuerdos de Basilea son formulados por el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, quien tiene como labor supervisar y fortalecer las regulaciones bancarias, mediante la elaboración de pautas y recomendaciones que las autoridades ejecutan posteriormente a nivel nacional, conformando de esta manera una afinidad internacional.
El primer acuerdo que se conformó, designado como Basilea I fue firmado en el año 1988. En este acuerdo se fundaron una serie de principios básicos, en los cuales se debían fundamentar las actividades bancarias, los requisitos de permanencia, el capital regulatorio, la capacidad de absorción de pérdidas y de protección ante quiebra.
Sus recomendaciones buscaban establecer un límite para el importe de los créditos que se le podían otorgar a una entidad bancaria de acuerdo a su capital, considerando que este no debía ser mayor a 12.5 veces al valor de los recursos propios de la entidad.
En un intento de superar las limitaciones que el acuerdo Basilea I implicaba, en el año 2004 se aprobó el acuerdo Basilea II. Esta actualización del acuerdo les concedió a las entidades bancarias la capacidad de calificar riesgos de acuerdo a modelos internos, revisados por un supervisor, gracias a que fue desarrollado de manera más amplia el cálculo de los activos ponderados como riesgosos.
Posterior a esto, en el año 2010 se estableció un tercer acuerdo denominado como Basilea III, el cual instituyó una serie de nuevas recomendaciones como:
- Disminuir el nivel de exposición real mediante la modificación de los cálculos de riesgos.
- Constituir reservas de capital para poder hacer frente a los cambios económicos.
- Fortalecer los criterios de la calidad del volumen de capital.
Mediante esto, intentaron adaptarse al grado de la crisis económica que transcurría. Dicho acuerdo atendió a la exposición que los bancos a nivel mundial sufrían frente a los considerados activos tóxicos.
Ejemplos de acuerdos de Basilea.
- El Comité de Basilea de Supervisión Bancaria que emite los acuerdos de Basilea, no tiene formalmente autoridad supervisora, por lo que sus conclusiones no tienen fuerza legal.
- En el año 1988 se aprobaron los denominados acuerdos de Basilea, incorporando una exigencia mínima del 8% de recursos propios en función a los riesgos asumidos.
- Los acuerdos de Basilea son planes que tienen como objetivo fortalecer la supervisión y regulación bancaria.