Al hablar sobre concurso de acreedores se hace referencia a una situación jurídica, mediante la cual se busca que una persona física o jurídica pueda solventar a través de sus posibilidades aquellas deudas conservadas a una pluralidad de acreedores.
Por lo cual, para que un concurso de acreedores suceda es necesario que se presenta la insolvencia de un deudor debido a la imposibilidad de satisfacer sus obligaciones, lo cual conlleva a un incumplimiento derivado del desequilibrio entre sus activos y pasivos en comparación con su capacidad productiva.
Lo que conlleva a un ordenamiento jurídico con el cual el sistema de concursos de acreedores permite que se inicie el reparo de la deuda a través de los bienes del deudor, administrando esto entre sus acreedores en función de prioridades y prelaciones de créditos establecidos por la ley.
Es decir que el deudor se ve obligado a responder a dicha deuda con la totalidad de sus bienes, exceptuando siempre todos aquellos que conforme a la ley son inembargables.
En relación a esto es válido preguntarse ¿Cuáles créditos son privilegiados?, lo cual tiene como respuesta todos aquellos créditos fiscales, hipotecarios, específicos, prendarios, laborales, etc.
El concurso de acreedores puede ser promovido de acuerdo a dos modalidades, la modalidad de concurso voluntario o la modalidad de concurso necesario.
A través del concurso voluntario el deudor por decisión propia puede optar por desprenderse de sus bienes, para así saldar la deuda acumulada con sus acreedores, debiendo presentar por escrito el estado de todos aquellos activos y pasivos con los cuales cuentas, acompañado con la documentación correspondiente solicitada.
Es importante resaltar que no se tendrán en cuenta para los activos aquellos bienes que no puedan ser embargados.
Por su parte, a través del concurso necesario los acreedores serán los que promuevan el concurso de acreedores, presentando la documentación correspondiente en la cual se haga constancia de los plazos cumplidos para el pago de créditos, procediendo a demandar judicialmente sobre los bienes del deudor.
Ejemplos de concurso de acreedores.
- A través del concurso de acreedores es posible, voluntaria o necesariamente, saldar la cuenta de un deudor a sus acreedores a través del embargue de bienes.
- Para solventar las deudas de una persona física o jurídica a través de un proceso de demanda se confiscarían sus bienes, exceptuando todos aquellos que por ley son inembargables.
- Mediante el concurso de acreedores se privilegiará saldar aquellos créditos que se consideren necesarios de priorizar, como, por ejemplo, créditos hipotecarios, específicos, laborales o prendarios.