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¿Qué es la política fiscal contractiva?
La política fiscal contractiva es una estrategia utilizada por los gobiernos para reducir el gasto público y aumentar los impuestos con el objetivo de contraer la economía y controlar la inflación; s e implementa en situaciones en las que la economía está experimentando un crecimiento excesivo y existe el riesgo de que los precios suban de manera descontrolada.
La política fiscal es una herramienta que los gobiernos tienen a su disposición para influir en la economía de un país. Consiste en la utilización de medidas relacionadas con los ingresos y los gastos públicos con el fin de estabilizar la economía y alcanzar los objetivos macroeconómicos.
Cuando se habla de una política fiscal contractiva, se hace referencia a una serie de acciones que tienen como finalidad reducir la demanda agregada en la economía; esto se logra principalmente a través de dos medidas: la reducción del gasto público y el aumento de los impuestos.
En primer lugar, la reducción del gasto público implica recortar el gasto en diferentes áreas, como infraestructura, educación, salud y programas sociales; al reducir el gasto público, se reduce la cantidad de dinero que se inyecta en la economía, lo que a su vez reduce la demanda agregada.
En segundo lugar, el aumento de los impuestos implica incrementar las cargas tributarias sobre los individuos y las empresas, esto implica aumentar los impuestos en diferentes áreas, como impuestos sobre la renta, impuestos al consumo o impuestos a las empresas; al aumentar los impuestos, se reduce la cantidad de dinero disponible para los consumidores y las empresas, lo que desincentiva el gasto y contribuye a contraer la economía.
Esta medida se utiliza principalmente cuando la economía está experimentando un crecimiento excesivo y existe el riesgo de que la demanda agregada presione los precios al alza, generando inflación; ya que al reducir el gasto público y aumentar los impuestos, se reduce la cantidad de dinero en circulación, lo que ayuda a controlar la inflación y estabilizar la economía.
Sin embargo, la implementación de una política fiscal contractiva no está exenta de desafíos, puede tener efectos negativos en áreas como la educación, la salud y los programas sociales, afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad; además, el aumento de los impuestos puede generar resistencia por parte de los contribuyentes y afectar la inversión y el crecimiento económico a largo plazo.
Características de la política fiscal contractiva
La política fiscal contractiva se caracteriza por varias características distintivas que la diferencian de otras políticas fiscales, estas características incluyen:
- Reducción del gasto público: Una de las principales características de la política fiscal contractiva es la reducción del gasto público por parte del gobierno, esto implica recortar el gasto en áreas como infraestructura, educación, salud y programas sociales; al reducir el gasto público, se reduce la cantidad de dinero que se inyecta en la economía, lo que ayuda a frenar la demanda agregada y controlar la inflación.
- Aumento de impuestos: Otra característica clave de la política fiscal contractiva es el aumento de los impuestos. El gobierno puede aumentar los impuestos en diferentes áreas, como impuestos sobre la renta, impuestos al consumo o impuestos a las empresas. Al aumentar los impuestos, se reduce la cantidad de dinero disponible para los consumidores y las empresas, lo que desincentiva el gasto y contribuye a contraer la economía.
- Control de la inflación: La política fiscal contractiva se implementa principalmente con el objetivo de controlar la inflación. Cuando la economía está experimentando un crecimiento excesivo y la demanda agregada está presionando los precios al alza, la política fiscal contractiva ayuda a reducir la demanda y mitigar las presiones inflacionarias. Al disminuir el gasto público y aumentar los impuestos, se reduce la cantidad de dinero en circulación, lo que contribuye a frenar la inflación.
- Frenar el endeudamiento público: Ayuda a frenar el endeudamiento excesivo del gobierno; ya que cuando el gasto público es elevado y no se equilibra con los ingresos fiscales, el gobierno puede incurrir en déficits fiscales y aumentar su deuda. La política fiscal contractiva busca reducir el déficit fiscal y controlar el endeudamiento a través de la reducción del gasto y el aumento de los ingresos fiscales.
- Impacto social y económico: tiene implicaciones sociales y económicas significativas; Por un lado, puede afectar a los sectores más vulnerables de la sociedad si se recortan programas sociales importantes. Por otro lado, también puede desincentivar la inversión y el crecimiento económico a corto plazo debido al aumento de los impuestos y la reducción del gasto público. Por ende, es importante evaluar cuidadosamente el impacto social y económico de estas medidas y buscar un equilibrio adecuado.
Ejemplos de la política fiscal contractiva
- Reino Unido (2010-2015): Durante este período, el gobierno británico implementó una política fiscal contractiva en respuesta a la crisis financiera global. Se llevaron a cabo recortes significativos en el gasto público, especialmente en áreas como el sistema de bienestar social, la educación y la sanidad. Además, se incrementaron los impuestos indirectos, como el impuesto al valor agregado (IVA).
- Estados Unidos (2013): Durante el período conocido como “secuestro presupuestario”, el gobierno de Estados Unidos implementó una política fiscal contractiva debido a la falta de acuerdo en el Congreso para aprobar un presupuesto. Esto resultó en recortes automáticos de gasto público en áreas como defensa, educación y servicios sociales. Estos recortes se llevaron a cabo con el objetivo de reducir el déficit fiscal, pero también generaron críticas debido a su impacto en áreas prioritarias y en la economía en general.