Políticas de Tipos de Interés Negativos

¿Qué son políticas de tipos de interés negativos?

Las políticas de tipos de interés negativos son una estrategia económica implementada por los bancos centrales con el fin de estimular la economía; esta medida implica establecer la tasa de interés de referencia en un valor por debajo del cero por ciento.

políticas de tipos de interés negativos

En un entorno de tasas de interés negativas, los bancos y otras instituciones financieras deben pagar al banco central por mantener el exceso de reservas, en lugar de recibir intereses sobre estas; esta medida alienta a los bancos a prestar dinero en lugar de mantenerlo en el banco central.

Además, si los bancos deciden traspasar estas tasas negativas a los consumidores, estos tendrían que pagar por mantener su dinero en el banco en lugar de recibir intereses. Esto, a su vez, incentiva a los depositantes a gastar o invertir su dinero, en lugar de mantenerlo en cuentas bancarias.

El objetivo principal de las políticas de tipos de interés negativos es impulsar el crecimiento económico y evitar la deflación en momentos en los que otras políticas monetarias convencionales (como reducir la tasa de interés a niveles cercanos a cero) han tenido un efecto limitado.

Es importante destacar que estas políticas también pueden tener efectos secundarios no deseados, como la disminución de los márgenes de beneficio de los bancos, lo que podría llevar a un incremento del riesgo en sus préstamos, o la creación de burbujas de activos debido a un exceso de inversión.

Características de las políticas de tipos de interés negativos

Las políticas de tipos de interés negativos son una medida monetaria poco convencional que se utiliza en tiempos de estrés económico, cuando los métodos tradicionales no son suficientes para estimular la economía.

A continuación, se describen algunas de sus principales características:

  1. Incentivo al gasto e inversión: Su principal objetivo es incentivar el gasto y la inversión. Al cobrar por mantener dinero depositado, tanto las personas como las empresas se sienten impulsadas a gastar o invertir su dinero, en lugar de mantenerlo en el banco.
  2. Herramienta de último recurso: Normalmente, estas políticas se consideran de último recurso, cuando otras medidas, como reducir las tasas de interés a cero, no han logrado el efecto deseado de estimular la economía.
  3. Impacto en los bancos: Los bancos deben pagar al banco central por tener reservas excesivas. Esto los incentiva a prestar más dinero, pero también puede reducir su rentabilidad.
  4. Riesgo de comportamientos financieros imprudentes: Al incentivar a los depositantes a buscar mejores rendimientos, pueden fomentar inversiones en activos más riesgosos y posiblemente inflar burbujas de activos.
  5. Devaluación de la moneda: Las tasas de interés negativas pueden devaluar la moneda de un país, ya que tienden a disminuir la demanda de la moneda por parte de los inversores extranjeros. Aunque esto puede ser problemático, también puede beneficiar a los exportadores del país, ya que sus productos se vuelven más baratos para los compradores extranjeros.
  6. Efecto psicológico: Este tipo de políticas pueden tener un fuerte impacto psicológico en los mercados, ya que representan una medida drástica para estimular la economía. Este impacto puede ser tanto positivo (al demostrar la voluntad del banco central de tomar medidas decisivas) como negativo (al generar preocupaciones sobre el estado de la economía).
  7. Posibles dificultades de implementación: La implementación de tasas de interés negativas puede ser compleja y requerir cambios significativos en los sistemas de TI de los bancos y otras instituciones financieras.

Ejemplos de políticas de tipos de interés negativos

Las políticas de tipos de interés negativos han sido implementadas por varios bancos centrales alrededor del mundo, especialmente después de la crisis financiera de 2008 y más recientemente durante la pandemia del COVID-19. A continuación, se presentan algunos ejemplos notables:

  • Banco Central Europeo (BCE): En junio de 2014, el BCE fue el primer banco central importante en introducir tasas de interés negativas. La tasa de depósito se estableció en -0.1%, con el objetivo de estimular la economía de la zona euro y luchar contra el riesgo de deflación. Desde entonces, la tasa ha sido reducida aún más.
  • Banco de Japón (BoJ): En enero de 2016, el BoJ estableció su tasa de depósito en -0.1%. Esta medida fue tomada en un esfuerzo por combatir la deflación crónica y estimular la economía.
  • Banco Nacional de Suiza (SNB): Durante la pandemia, el SNB mantuvo su tasa de interés en -0,75%. Aunque esta política se implementó originalmente para frenar la apreciación del franco suizo, también se mantuvo durante la crisis del COVID-19 para ayudar a mitigar los efectos económicos de la pandemia.

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