La rentabilidad absoluta es un tipo de renta que no considera los índices tradicionales de referencia. Por lo contrario, su objetivo es obtener rentabilidades independientes a las tendencias del mercado, sean hacia el alta o sean hacia la baja.
En este sentido, sea cual sea la circunstancia que se presente en el mercado, este tipo de renta siempre va a obtener un retorno positivo. Es decir que, a los inversores, siempre se les va a ofrecer un rendimiento absoluto, positivo, sin considerar que la tendencia del mercado en donde se invierta sea hacia el aza o hacia la baja.
En todo caso, el objetivo de la rentabilidad absoluta, siempre será ofrecer a los inversores un producto financiero, con el cual no deberían perder dinero, bajo ninguna circunstancia que se presente en el mercado.
Para el logro de este objetivo, una inversión de rendimiento absoluto, tiene la característica de poder aplicar a varias técnicas y tipos de activos. Por ello es importante contar con la asesoría de un asesor financiero, quien podrá recomendar la conveniencia o no de hacer un inversión de rentabilidad absoluta y determinar si el la opción más adecuada para cada inversionista.
Existen dos tipos de rentabilidad absoluta, desde el punto de vista de la forma en la que es analizada y gestionada, estas son:
- Las que ofrecen una rentabilidad anual siempre en positivo
- Las que acumulan períodos de tiempo más amplios y que acumulan la rentabilidad en ese lapso, por ejemplo 2 – 3 años
Algunas de las ventajas y beneficios del rendimiento absoluto son las siguientes:
- Minimiza lo volátil de la cartera de inversiones, lo que ayuda a mantener el capital alejado a las tendencias del mercado
- En el tiempo, genera un rendimiento absoluto, positivo, lo cual minimiza el riesgo ante la variación ocasionada por una decisión equivocada al invertir en el mercado bursátil
- Reduce el impacto ocasionado por un mercado inestable
- Diversifica la cartera en la que tradicionalmente se invierte
Ejemplos de Rendimiento absoluto
Este término se puede usar correctamente, tal y como se ve en los siguientes ejemplos:
- Cuando un fondo considera gestionarse con base en un tipo de rendimiento absoluto, el objetivo que se busca alcanzar es otorgar a los inversionistas una renta superior a la de su índice de referencia.
- Cuando un gestor o asesor usa una estrategia que considere el rendimiento absoluto, lo que obtiene es una variedad mucho más amplia de herramientas que las que tendría si fuera un gestor tradicional.