La discriminación de precios, conocida del mismo modo como diferenciación de precios, se lleva a cabo en diferentes situaciones donde una empresa realiza la venta de un mismo producto o servicio en distintos precios a pesar de que el costo de proveerlos sea el mismo.
El estudio de este tipo de estrategia se realiza naturalmente en los casos monopolistas, ya que sólo buscan hacer ventas adicionales a los consumidores sin hacer disminución de precio de las unidades que ya se han vendido y de esa forma tengan la oportunidad de aumentar sus beneficios.
Para mejorar la discriminación de precios, es necesario que las empresas controlen y eviten la reventa, al igual que clasificar a los consumidores según la disponibilidad que tengan para pagar. Aunque no es difícil evitar la reventa, hacer una clasificación de consumidores podría ser un poco más costoso y complejo.
Para poder hacer una discriminación, se necesitan dos elementos importantes como la información sobre la demanda, que ofrece las diferentes características del mercado, y el arbitraje, que se trata de la capacidad que los consumidores tienen para hacer las reventas de los productos y de los bienes que deben ser almacenables.
En base a que estos factores se cumplan, se pueden clasificar tres tipos de discriminación como los siguientes:
- Discriminación perfecta o de primer grado: Se genera cuando el vendedor fija los precios de sus productos o servicios según como le convenga y del mismo modo cobra el máximo precio que los consumidores están dispuestos a pagar por cada unidad de los productos.
- Discriminación de fijación de precios no lineal o de segundo grado: Se produce cuando surge una variación en el precio dependiendo de la cantidad de unidades que los consumidores compren.
- Discriminación de segmentación de mercado o de tercer grado: Se da cuando se cobran distintos precios a diferentes consumidores, a pesar de ser uno de los más utilizados en la actualidad.
Ejemplos de discriminación de precios
- La discriminación de precios es una práctica que se da cuando una empresa cobra diferentes precios a distintos consumidores por el mismo producto o servicio.
- Su finalidad es vender productos o servicios extras sin disminuir el precio de unidades que ya se hayan vendido, aunque el costo de proveerlos sea el mismo y lograr beneficios.
- Para disminuir la discriminación de precios, las empresas tienen que controlar la reventa entre los consumidores y conocer la disposición de paga de los consumidores.