El Taylorismo es un término económico que se utiliza para referir la forma de organizar las actividades de trabajo para incrementar al máximo la productividad de una empresa. Se puede definir como un sistema racional para organizar las tareas de una línea de producción, de forma mecanizada, con el cual se incrementa la eficiencia y el rendimiento de los operarios. Este término es derivado de los postulados de Frederick W. Taylor (1.856 – 1.915) economista e ingeniero estadounidense, particularmente los que se relacionan con:
- Organización de trabajo.
- Especialización del trabajador.
- Control de los tiempos.
- División de las actividades.
El taylorismo, a menudo denominado Gestión científica, fue la primera teoría de la gestión que se centró específicamente en analizar y optimizar los flujos de trabajo. Esto convierte a Taylor en el OG de la gestión de procesos empresariales .
Estas teorías de optimización de procesos ayudaron a impulsar el cambio fordista a la producción en masa que se produjo a principios del siglo XX. Su enfoque se dividió entre análisis y mejora. Este fue un intento de replicar el método científico de una manera que pudiera aplicarse a las organizaciones.
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¿Quién fue Frederick W. Taylor?
Frederick Winslow Taylor fue un ingeniero mecánico estadounidense y uno de los primeros consultores de gestión. Su libro, The Principles of Scientific Management , fue votado como el libro de gestión más influyente del siglo XX por la Academy of Management en 2001. Taylor nació en 1856 en Pensilvania de un abogado educado en Princeton y una madre muy activa en el movimiento abolicionista. Su antepasado por parte de su madre fue uno de los peregrinos originales del Mayflower, vinculando a Taylor perfectamente con la mitología de la nación.
Cuando era adolescente, rechazó Harvard a favor de convertirse en maquinista y diseñador de patrones. Después de su aprendizaje, avanzó gradualmente a través de los rangos paso a paso a través de capataz y hasta el ingeniero jefe en Midvale Steel Works. Esta experiencia de ser un trabajador de planta y experimentar cada escalón en la escala jerárquica sin duda ayudó a Taylor a comprender el funcionamiento de los sistemas de producción con mayor profundidad que el empleado típico.
Las teorías de Taylor sobre cómo deberían operar las empresas se formularon a través de este viaje. Como capataz, estaba molesto porque sus trabajadores no estaban trabajando tan duro como él pensaba que podrían, por lo que comenzó a medir su producción y analizar sus hallazgos.
Durante este período, completó una licenciatura en ingeniería mecánica y pasó a la consultoría, donde ganaría dinero a través de trabajos bien pagados y patentes en desarrollo. Mientras lo hacía, comenzó a documentar estas teorías bajo una escuela de pensamiento llamada Gestión científica, y nació el taylorismo.
Los 4 principios clave
El taylorismo se puede reducir a 4 puntos principales:
- El método de realizar una tarea debe basarse en una investigación científica de la tarea.
- Los empleados deben ser seleccionados y entrenados cuidadosamente para las tareas.
- Las tareas deben tener instrucciones detalladas y deben estar sujetas a supervisión
- La gerencia debe evaluar las tareas y formular enfoques optimizados para que los trabajadores los sigan.
Algunas formas de análisis pueden realizarse midiendo el tiempo que tarda un trabajador en realizar una tarea, otras pesando las materias primas. El análisis de procesos, para Taylor, tenía que considerar tanto los detalles de la composición del proceso como los detalles de los actos físicos necesarios para completar el proceso.
Los elementos de mejora de procesos que defendía Taylor tuvieron éxito en lo que respecta al procesamiento de materiales; cambiando la forma en que se cortaba el acero y patentando ese proceso. Sin embargo, durante su vida, Taylor luchó por lograr el mismo éxito mejorando la eficiencia de los trabajadores. Si bien sus discípulos tuvieron más éxito en este frente, destacó una razón clave detrás de por qué la Gestión Científica perdió adeptos con el tiempo.
Al aplicar los postulados del taylorismo el sector industrial ha sido protagonista de muchos cambios, algunos de ellos son:
- Especialización de la mano de obra, mayor destreza por parte de los trabajadores y aumento de su contribución al proceso productivo y a la generación de beneficios para la empresa.
- Mayor control de las actividades productivas en la planta de trabajo.
- División del trabajo para reducir costes y mejorar la organización de las actividades.
El taylorismo suele asociarse al sistema de producción en serie y al uso de líneas de montaje, donde las piezas llegan al trabajador mediante ayuda mecánica o robótica, así éste no debe desplazarse de su área de trabajo, minimizando el tiempo de producción en su tarea y manteniendo una producción ininterrumpida.
Ejemplos de Taylorismo
El término se puede aplicar en oraciones similares a las que siguen:
- Según el taylorismo la productividad de los trabajadores es motivada por el pago de primas debidas a su buen rendimiento y al logro de las metas productivas.
- Lo esencial del taylorismo es incrementar la productividad, dividiendo las tareas de trabajo, especializando al trabajador, minimizando los costes y los tiempos de producción para maximizar las ganancias.
- El taylorismo sigue vivo y coleando en los procesos de producción de la actualidad. Los niveles más bajos de mano de obra que se requieren ahora para la producción en masa han llevado a que los valores centrales del taylorismo sean cada vez más centrales para los sistemas modernos.
- A pesar de las dificultades, se puede atribuir al taylorismo la contribución de estas diversas técnicas de mejora de procesos al pensamiento de gestión: Análisis de proceso, Mapeo de procesos, Optimización de procesos, Estandarización de mejores prácticas, Eliminación de residuos, entre otros.