Dentro de las normas de consumo, un consumidor final es la persona o empresa que adquiere, hace uso o disfruta de un producto o servicio específico, sin importar quien lo produce y suministra, para su consumo definitivo.
Se trata de destinatarios a los que los anunciantes se dirigen por medio de campañas publicitarias y medios masivos y son consumidores que no adquieren esos productos o servicios para incorporarles valor o comercializarlos a terceros.
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Productos destinados para el consumidor final
Los productos que se destinan al consumidor final, se clasifican de la siguiente forma:
Productos de conveniencia
Son los productos que el consumidor adquiere frecuentemente sin realizar mayor esfuerzo. Por lo general, tienen precios establecidos por el mercado, por lo que no tienen mucha diferencia entre los comercios que los venden. Este grupo, se subdivide en:
- Productos de emergencia: Se compran cuando se presenta una urgencia, lo que indica que el lugar y el tiempo es imprescindible a diferencia del precio de venta, que no es de gran importancia.
- Productos de consumo básico: Se adquieren de manera regular porque no pueden faltar, lo que permite que sean totalmente accesibles.
- Productos de impulso: Estos forman parte de la lista habitual de compras, así que siempre se encuentran en los puntos de venta.
Productos especiales
Son los que cuentan con características únicas, bien sea por la marca o por contener diferencias con otros productos de competencia como los autos. En este caso, los compradores se esfuerzan para obtenerlos por su valor.
Productos de comparación
Mayormente no se obtienen frecuentemente, ya que antes de comprarlos los consumidores comparan su duración, calidad y precios. También se subdividen en:
- Comparación homogénea: Son del mismo tamaño, tipo, calidad y precio, lo que es muy importante.
- Comparación heterogénea: Sus características suelen ser distintas y la marca es fundamental.
Ejemplos de consumidor final
- El consumidor final se refiere a la persona u organización que utiliza o consume un producto o servicio adquirido para su propio beneficio, sin embargo, posteriormente no obtiene algún tipo de beneficio económico del mismo.
- Permite que se lleven a cabo estrategias de marketing o promocionales que funcionan mediante el estudio y la comprensión de las necesidades del consumidor en relación a un determinado producto o servicio terminado.
- Este tipo de consumidor es el punto final de un canal de distribución de productos, por lo que se puede llegar a él, de forma directa o por medio de diferentes canales que existen entre el fabricante y el destinatario final.